Todos sabemos como influye en nuestras vidas una buena calidad de iluminación, hay factores que no dependen solamente de la intensidad lumínica. Un mal diseño o un mal tratamiento hace que la luz influya en las personas y que nos predisponga negativamente en nuestro trabajo.

Una mala calidad de la luz puede generar migrañas, trastornos psicológicos, problemas en la vista, vértigo y otras patologías dañinas para nuestra salud que invariablemente afectarán nuestra productividad y estado en general.

A continuación, les transmitimos algunos consejos y prácticas que serán muy útiles en el momento de diseñar un espacio de trabajo, en una oficina corporativa o dentro de nuestra casa.

ILUMINACIÓN NATURAL

Nuestro cuerpo responde a biorritmos que están sincronizados con la naturaleza y según la hora del día en la que desempeñamos nuestras tareas. La luz natural es sumamente importante y siempre que podamos debemos aprovecharla. La luz natural es energía y por consiguiente además genera ahorro y mejora la sustentabilidad de los espacios.

ILUMINACIÓN ARTIFICIAL

Complementa la iluminación natural, y en algunos casos es la única posibilidad de iluminación que hay, podemos clasificarla en tres tipos:

General: genera una iluminación uniforme en todo el ambiente, permite que se desarrollen las tareas generales, circulación y percepción volumétrica.

Focal: es un tipo de iluminación puntual o sectorial, esta orientada a tareas específicas donde se requiere mayor flujo lumínico. En general es individual y de mayor intensidad que la general.

Decorativa: son fuentes de iluminación ubicadas con un criterio decorativo, sirven para realzar aspectos arquitectónicos, de comunicación o vinculados con señalética. Pueden se de distintos colores e intensidades.

El desarrollo y el crecimiento de la industria de la iluminación nos da una infinidad de alternativas a la hora de hacer nuestro diseño. La luminotecnia nos permite calcular de manera exacta la cantidad de Lúmenes que necesitamos en cada sector.

Por otro lado, la gran cantidad de artefactos, de pie, suspendidos, lineales, difusos etc. acompañan a nuestros proyectos y permiten un desempeño óptimo de las tareas de nuestros colaboradores.

¿Te suena conocida cierta incomodidad en tus espacios de trabajo, casa, estudio?

Bien, no te preocupes vamos a ayudarte con eso contándote que los colores y las formas que eliges en tus muebles influyen en tu estado de ánimo. Por eso, desde Hause Möbel te compartimos algunos tips para que puedas solucionarlo.

1) Tus muebles hablan de tí

Cada color tiene una propiedad. ¿Cuál va mejor contigo?:

• El color terra o marrón, simboliza las raíces, las bases, confort y seguridad.
• El blanco, claridad, pureza e inocencia. Hay que combinarlo muy bien para evitar excesos de frialdad.
• El gris representa conocimiento, elegancia, serenidad y autoridad. Te brinda protección y seguridad.
• El negro transforma las energías negativas del ambiente y las personas. Representa la sabiduría.
• El rojo un poderoso antifatiga. Te aporta energía, activa la circulación, reduce la soledad y la fatiga psicológica. Te impulsa a la acción.
• El rosa, equilibrio, ya que la mente lo asocia con dulzura maternal.
• El amarillo, refuerza la autoestima, y elimina miedo ideal para espacios infantiles.
• El azul te aporta seguridad. Te sentirás con cierta confianza. Es un color que reduce la ansiedad y en algunos casos te aporta saciedad, lo que hace que puedas controlar el apetito. Calma dolores y favorece el sueño.
• El violeta, representa poder e inspiración. Favorece la concentración.
• El verde naturaleza y equilibrio. Simboliza la estabilidad y la esperanza, conductor de la tranquilidad y la calma.

2) Las formas también comunican: usalas a tu favor

• Muebles de líneas rectas. Las horizontales aportan reposo ideal para zonas de descanso. Las verticales expresan ideas, firmeza, muy aptas para espacios de trabajo, cocina y estares. Las líneas inclinadas te aportan dinamismo y acción.
• Muebles de líneas curvas: son perfectas ya que comunican satisfacción, cierre y conclusión.

¿Qué preferís muebles oscuros o claros? ¿Ya sabes qué color vas a elegir?

Comunícate con nosotros y te ayudamos con tu elección.

Todos conocemos la agradable sensación de recorrer un espacio de trabajo que tiene la “vibra” justa. Uno se siente más positivo y reconfortado; la gente interactúa y se ve más relajada. Este ambiente tan inspirador se puede conseguir de muchas formas: tal vez con música de fondo o aromas agradables perfumando el lugar. Pero aquí nos detendremos en dos factores fundamentales: los colores y las texturas.

Es muy importante entender cómo se puede crear un ambiente de trabajo en el que las personas se puedan sentir siempre productivas, motivadas y energizadas. Podés empezar por hacerte algunas preguntas: ¿en qué ambiente se sumergen los trabajadores y clientes cuando visitan tu empresa? ¿Se puede garantizar que el espacio de trabajo tendrá todo el tiempo la mejor energía?

Vayamos por partes. El uso de texturas y colores puede hacer una enorme diferencia en la atmósfera de una oficina.

El color es un estímulo visual con efectos subconscientes en nuestros cerebros y en la forma en la que desarrollamos tareas. Por lo tanto, integrar con cuidado los colores adecuados en el diseño del ambiente laboral no sólo alienta a los colaboradores, sino que también eleva sus espíritus. Colores brillantes como los rojos o naranjas ayudan a incorporar dinamismo en la oficina y a aumentar el nivel de energía del equipo. Por su parte, tonos más fríos, como los azules y verdes, tienden a un espacio de trabajo más relajado. Finalmente, se considera al color amarillo como un tono optimista, que puede estimular la creatividad.

Ahora bien, los colores por sí solos no bastan. Deben estar en armonía con las texturas, un concepto que usualmente se pasa por alto. Por ejemplo: la forma en la que una pared y el suelo se encuentran impacta en la forma en la que los trabajadores sienten la habitación, tanto o más que la forma en la que se ven esos mismos elementos. Recordemos que, con las texturas, aún cuando no estés físicamente tocando una superficie, igual podés imaginar fácilmente cómo se siente la superficie de un determinado objeto.

Para maximizar el efecto de las texturas, se puede jugar con ellas en un ambiente monocromático. Por caso, usar texturas contrastantes te permite darle vida al ambiente y crear un espacio de trabajo armonioso. En tanto, en oficinas multicolores, la textura es una excelente manera de distinguir con claridad entre habitaciones o estaciones de trabajo.

En este punto es importante destacar que la textura puede crear profundidad visual. Es un error común asociar las texturas únicamente al sentido del tacto, pero en el diseño de oficinas moderno aquéllas también se refieren a cómo cada persona percibe el sentido del tacto. Por ejemplo, si buscás una oficina pulida y de aspecto moderno, debés optar por texturas suaves como el mármol o el vidrio. Por otro lado, si necesitás un ambiente más acogedor, o un toque terreno en tus interiores, la madera y otras texturas naturales y rústicas son la mejor alternativa.

Lo anterior no debe hacernos caer en la equivocación del exceso. Por el contrario, como todo otro elemento del diseño de oficinas, el secreto es usar las texturas con moderación. Nuestra sugerencia es combinar dos, o como mucho tres, tipos de texturas. Y si a las texturas las combinamos con el color, el efecto positivo se multiplica.

Desde Hause Möbel, con nuestra experiencia en el diseño de oficinas, podemos asegurar que texturas y colores son primordiales para lograr ese ambiente de trabajo anhelado, con la “vibra” adecuada. Hacia ese objetivo se dirigen nuestros productos y todo el bagaje de asesoría que la empresa brinda a los clientes. La gente se siente atraída hacia un delicado balance entre la calma y la energía, por lo que parecería que el equilibrio entre ambas se produce por sí mismo. Pero, en realidad, hay más de ciencia en este tema de lo que muchos creen. De allí la importancia de contar con la experiencia y asesoramiento de Hause Möbel.